Sin embargo, estos solo serían los pacientes que están detectados, controlados y medidos, según el director de la región de salud, Claudio Ramírez. Asimismo, señaló que hay un grupo de pacientes que están condenados de por vida que no quieren recibir tratamiento y deberían ser puestos en cuarentena.
(Foto: Radio Uno)
En el INPE tenemos algo bien penoso porque el terreno tiene aproximadamente 4 hectáreas y solo el 1% está construido. Un pabellón está destinado para personas peligrosas y no peligrosas y ahí entre ellos están todos. “Hay pacientes con VIH y tuberculosis”, resaltó.
El 5.7% de la población del penal sufre de tuberculosis, toman su tratamiento y son visitados constantemente por el personal médico de la Región de Salud, sin embargo, los pacientes condenados de por vida, no quieren recibir el tratamiento y lamentablemente nadie los puede obligar.
Esto hace que la convivencia y el hacinamiento de los reos sea peligrosa, porque hay mucho riesgo de contagio y esto genera un problema de salud pública.
El director de salud, Claudio Ramírez considera que el INPE debería ampliar su infraestructura. “Una infraestructura hospitalaria carcelaria para reos, separada del resto. Que esos pacientes no tengan contacto con los demás. Yo no quiero sugerir que los manden a otra cárcel pero hay que tenerlos en cuarentena para que no contagien la los demás”, declaró.
